Comprensión de los tipos de daños en casos de lesiones personales

Si ha sufrido lesiones en un accidente, probablemente una de las primeras cosas que se le ocurran sea: ¿cuánta indemnización tengo derecho? Es una pregunta válida, pero también compleja.

Al presentar una reclamación por lesiones personales, el objetivo es recuperar su integridad. Pero ¿qué significa eso realmente? Bueno, no se trata solo de cubrir gastos médicos o reparar un coche averiado. Existen varias categorías de compensación disponibles en casos de lesiones personales, cada una diseñada para abordar un tipo diferente de pérdida.

Comprender los tipos de daños que puede reclamar le ayudará a gestionar mejor su reclamo, hacer las preguntas correctas y asegurarse de no perder dinero.

Vamos a desglosarlos.

1. Daños económicos (también llamados “daños especiales”)

Éstos son los daños más directos en un caso de lesiones personales. Daños económicos Tienen como objetivo compensarle por pérdidas reales y mensurables que puedan respaldarse con recibos, facturas o talones de pago.

Piense en los tipos de gastos que se acumulan después de una lesión:

  • Gastos médicos, incluida atención de emergencia, cirugías, estadías en el hospital, recetas, fisioterapia y tratamientos futuros.
  • Pérdida de ingresos por falta de trabajo
  • Capacidad de ingresos reducida si su lesión limita su capacidad para trabajar en el futuro
  • Daños a la propiedad, como reparaciones a su vehículo después de un accidente automovilístico.
  • Costos de bolsillo como transporte a citas médicas o modificaciones en el hogar debido a una discapacidad

Estas pérdidas se pueden calcular hasta en dólares y, cuanto más sólida sea su documentación, más fácil será demostrar su valor.

2. Daños no económicos (también llamados “daños generales”)

Mientras que los daños económicos cubren el aspecto tangible de sus pérdidas, los daños no económicos se centran en el impacto intangible. Abordan el dolor, la angustia emocional y las alteraciones en su vida cotidiana causadas por la lesión.

Puede solicitar una indemnización por:

  • Dolor y sufrimiento físico
  • Angustia emocional o angustia mental.
  • Pérdida del disfrute de la vida (por ejemplo, no poder participar en pasatiempos o actividades que antes amaba)
  • Pérdida de compañía o consorcio (especialmente en casos de muerte por negligencia o cuando una lesión afecta una relación)

Si bien estos daños son más difíciles de cuantificar, no por ello son menos reales. Un abogado experto le ayudará a comunicar el profundo impacto que su lesión ha tenido en su vida.

3. Daños punitivos

Aquí es donde la situación cambia un poco. Los daños punitivos no buscan compensar las pérdidas, sino castigar al infractor. Solo se aplican en casos en que las acciones del demandado fueron especialmente imprudentes, intencionales o maliciosas.

“Los daños punitivos son una clase aparte y solo los concede el juez cuando las acciones del acusado son atroces o tienen la intención de ser perjudiciales y el juez considera necesario castigarlo”. Raybin & Weissman, PC explicaAl dar ejemplo al acusado, el juez envía un mensaje a futuros malhechores.

No todos los casos califican para daños punitivos. Pero si alguien actuó con negligencia extrema o puso a otros en peligro intencionalmente, como un conductor ebrio o una empresa que vendió a sabiendas un producto defectuoso, entonces podrían ser objeto de daños punitivos.

4. Daños por muerte por negligencia

Si presenta una reclamación en nombre de un ser querido fallecido por la negligencia de otra persona, la indemnización varía ligeramente. En un caso de muerte por negligencia, podría tener derecho a:

  • Gastos de velorio y funeral
  • Pérdida de los ingresos y beneficios esperados del fallecido
  • Pérdida de compañerismo y apoyo emocional.
  • Dolor y sufrimiento que experimentó el difunto antes de morir

El propósito de estas indemnizaciones es compensar a la familia por el vacío financiero y emocional que les dejó. Se trata básicamente de ayudar a quienes quedaron atrás a seguir adelante con cierta estabilidad.

5. Daños futuros

A veces, el impacto de una lesión no se percibe completamente de inmediato. Quizás aún esté en tratamiento o sus médicos aún desconocen el pronóstico a largo plazo. En estos casos, daños futuros ven a jugar.

Esto puede incluir gastos médicos proyectados, cirugías futuras, rehabilitación continua o necesidades de cuidados a largo plazo. También puede incluir la pérdida de ingresos prevista si se prevé que estará sin trabajo durante meses o años.

Calcular los daños futuros suele implicar el testimonio de especialistas y profesionales. Sin embargo, obtener estas cifras correctamente es fundamental si desea que su indemnización refleje fielmente el alcance total de sus pérdidas.

Cómo valorar con precisión su caso

Solo tiene una oportunidad de obtener un acuerdo por lesiones personales o una indemnización judicial. Una vez que acepta un acuerdo, generalmente no puede volver atrás y solicitar más, pase lo que pase después. Por eso es fundamental comprender todas las categorías de daños que podrían aplicarse en su caso.

La compañía de seguros puede ofrecerte un pago rápido, pero lo más probable es que no cubra tu dolor, tus necesidades futuras ni tu carga emocional. No es que sean malvados, sino que su trabajo es proteger sus finanzas. El tuyo es proteger tu futuro.

Conocer los diferentes tipos de daños es una cosa. Descubrir cómo demostrarlos, justificarlos y negociarlos es algo completamente distinto. Ahí es donde un abogado de lesiones personales marca la diferencia.

Le ayudarán a construir un caso que demuestre no solo lo que ha perdido, sino también lo que se necesita para resarcirse. Así que, si ha sufrido una lesión y no está seguro de cuál debería ser su próximo paso, no lo adivine. Hable con alguien que comprenda el sistema y sepa cómo luchar por cada categoría de compensación que usted merece.